CARLOS HERRERA
La candidatura de Jeanine ha molestado a muchos. Dicen que debió haber cumplido su palabra de no postularse. Es curioso pero cómo el reclamo sólo se lo formulan a ella, cuando todos los otros dijeron en su momento lo mismo y ahora andan por ahí, muy sueltos de cuerpo, exigiendo a los otros que cumplan una palabra que ellos no cumplieron.
Pero así son las cosas en la política. Lo que los detractores de Jeanine sin embargo no hacen, salvo Javier Paz que ha expuesto sus argumentos en su blog, es fundamentar su oposición racionalmente. El argumento de que dijo que no y ahora sí, no es un argumento. Tampoco que sería una buena candidata para el 2025 porque no sabemos a ciencia cierta qué podría pasar entonces.
Lo que los analistas debieran ayudar a advertir a los ciudadanos, es que la tarea inmediata consiste en reponer la institucionalidad y los valores y principios democráticos en la vida política nacional. ¿Qué quiere decir esto? Qué hay muchas leyes que han sido insertadas en la legislación nacional con la sola finalidad de fortalecer el poder estatal frente al ciudadano, y tambien muchas instituciones que se han degradado a tal extremo que es urgente modificarlas inmediatamente si queremos rescatar el espíritu democrático en el país.
La tarea de desarmar la red de leyes y de instituciones que nos dejó el MAS de herencia no es cosa fácil, se requiere de un conocimiento concreto así como de un compromiso político serio. Ninguno de los candidatos que corren han sido capaces de mostrar tal visión y tal conocimiento, a lo más han enseñado unos programas económicos típicamente keynesianos y de capitalismo de Estado, que muestran hasta qué punto esos señores se han quedado en el pasado, o simplemente desconocen las verdaderas razones del extraordinario desarrollo en materia económica que algunos pueblos han alcanzado en el mundo.
La receta es libertades y economía de mercado, en un orden de instituciones republicanas con separación de poderes. ¿Qué han enseñado los candidatos sobre ello? Casi nada a decir verdad, salvo generalidades comunes. ¿Qué ha enseñado Jeanine con respecto al reto democrático que enfrenta Bolivia? Bueno, lean su informe presidencial y podrán ver el enfoque que tiene sobre las tareas democráticas y sobre lo que debe ser un auténtico Estado de Derecho. En otras palabras juzguen lo que ha hecho en este corto tiempo y podrán ver si Jeanine entiende o no lo que tiene que hacerse para reponer el orden republicano democrático en el país.
Ahora bien, Jeanine no tiene ningún impedimento legal y tampoco es necesario que renuncie, sólo debe guardar las formas y no hacer campaña cuando funge de presidente. La Corte Electoral está ahí para vigilar eso. Le asiste a ella el mismo derecho que los otros reclaman.
Entonces ¿cual sería la razón para desperdiciar la oportunidad de usar a una político que sabe lo que debe hacerse y que tiene además un auténtico espíritu democratico? ¿Debiéramos acomodar las urgencias políticas nacionales a qué ella cumpla una palabra que los otros no cumplieron? O debiéramos mejor asumir cándidamente que hasta el 2025 todo discurrirá dentro de los límites de la normalidad democrática y que ahora mismo no hay ya más nada que proteger ni que pelear? ¿De dónde saca la gente tales certezas? Si se sube a la silla un político ignorante y disparatado no hay ninguna certeza sobre las condiciones políticas futuras, ni de que el populismo de izquierda no se haya reorganizado, tal y como pasa ahora mismo en Chile, Ecuador, Argentina o Colombia, donde tiene a los gobernantes sitiados y presionándolos por cambios constitucionales y económicos poco atinados.
En honor a la verdad y aunque no les guste a muchos oírlo, los candidatos actuales son puro humo y pura paja, ni Camacho, ni Tuto, ni Mesa tienen la estatura y los conocimientos políticos necesarios para enfrentar el reto del populismo actual, que tan bien organizado y financiado está en Latinoamérica. Pensemos un poco entonces, tenemos aquí mismo alguien que nos ofrece certidumbre democrática en su gobierno y su conducta.... ¿y vamos a desperdiciar la oportunidad de un buen gobierno porque algunos pajeros cortos de mente andan extraviados en elucubraciones morales superficiales? Qué impedimento moral de fondo tiene Jeanine Añez para negarle su derecho constitucional de ser elegida? Ninguno. De los otros podría mencionar un rosario de ellos y a nadie parece incomodar eso. Luego, desde el punto de vista estrictamente político, ¿alguno de los demagogillos que compiten podría hacerlo mejor que ella? Lo dudo.
Por último señores hagamos honor a las formas democráticas y vayamos a votar libremente! Que hable la sociedad boliviana y no solamente los pajeros!