TEÓFILO CABALLERO

El pasado 4 de septiembre como es habitual el Foro Económico Mundial (WEF, siglas en ingles) en Ginebra, Suiza hizo conocer el último Informe Global de Competitividad 2012-2013 de 144 naciones en el mundo.El WEF define a la competitividad como un conjunto de factores, políticas e instituciones que determinan el nivel de productividad de un determinado país.

El informe del WEF toma en cuenta 12 pilares claves divididos en tres grandes áreas: I) Requerimientos Básicos con una ponderación de 40% con los siguientes pilares, I.1) instituciones, I.2) Infraestructura, I.3) Estabilidad macroeconómica I.4) Salud y educación primaria. II) Potenciadores de eficiencia (50%) compuesto por II.5) Educación universitaria y capacitación, II.6) Mercado de Bienes, II.7) Mercado laboral, II.8) Mercado Financiero, II.9) preparación tecnológica, II.10) Tamaño del mercado y finalmente el área III, Factores de innovación (ponderación de 10%) con los pilares III.11) Sofisticación de los negocios y III.12) Innovación.

A nivel de sud américa, Chile sigue siendo el país más competitivo de la región habiendo ocupado el puesto 33 de 144 naciones seguido muy de lejos por el Brasil en el puesto 48 y mucho más atrás el Perú en el lugar 61. En el otro extremo como países menos competitivos se encuentran Venezuela en el puesto 126, penúltimo Paraguay puesto 122 y Bolivia en el antepenúltimo lugar ocupando el puesto 104. Es necesario aclarar que el puesto No 1 es para la nación más competitiva del mundo y el puesto 144 para el peor país en competitividad.

Desde la creación del WEF, Bolivia solamente ocupó la mejor situación en el año 2006 cuando se ubicó en el puesto 97. En 2007 ocupó el puesto 105, 2008 el puesto 118, 2009 el puesto 120, 2010 el puesto 108, 2011 el puesto 103 y este año 2012 ha retrocedido en una posición al situarse en el puesto 104.

La gran fortaleza de la economía boliviana y la mejor puntuación que tiene de todos los indicadores (puesto 49) es la de estabilidad macroeconómica. No es para menos; el país goza de una envidiable situación macroeconómica favorable sustentada en los altos precios que nos imponen los mercados internacionales principalmente el Gas Natural y los excelentes contratos firmados en 1999 (Brasil) y 2006 (Argentina). Se cuenta con una inflación controlada que este año bordearía el 5% salvo un recrudecimiento de los factores climáticos; un superávit fiscal si se incluyen a las gobernaciones, municipios y universidades públicas que no pueden ejecutar sus recursos por rigurosidad en la norma de contratación de bienes y servicios y las reformulaciones presupuestarias que hace el gobierno que impiden que los recursos se puedan ejecutar en la misma gestión. Sumado a ello los problemas de gobernabilidad que tienen que enfrentar.

Donde tiene que trabajar la política económica del gobierno es en la búsqueda de eficiencia en el mercado laboral, de bienes, consolidación de la institucionalidad y disponibilidad tecnológica entre otros.

En un artículo que escribí en el periódico El Deber el 21 de septiembre de 2010 referido a la posición que Bolivia ocupaba en el Indice de Competitividad Global señalé que estos indicadores deben servir de guía a la actual élite gobernante para reconocer debilidades, trabajar en ellas y luego convertirlas en oportunidades. Tambiénseñalé que todo lo que está sucediendo adentro, es de conocimiento de la comunidad internacional gracias al vertiginoso desarrollo de las tecnologías de información. Nuevamente ratificamos lo escrito hace dos años; las observaciones que nos hace la comunidad internacional deben servir para rediseñar los objetivos de Boliviaen la búsqueda de ganancia de competitividad y no usar los indicadores solamente cuando contengan alguna información que favorezca al país y por ende a la política económica del gobierno.

Docente de la Universidad Gabriel René Moreno de Santa cruz de la Sierra. 

Pin It