TEÓFILO CABALLERO
Cuando una nación experimenta una bonanza económica fruto de un contexto externo altamente favorable expresado en altos precios de las materias primas hidrocarburíferas y mineras, tratan de no incurrir en aumentar su deuda pública.
Sin embargo Bolivia es un país de paradoja; durante la década de los años 70´s el gobierno dictatorial del extinto Cnel. Banzer (gobierno militar 1971 – 1978) experimentó una bonanza económica inédita fruto de los altos precios del algodón, estaño y el inicio de exportaciones de Gas a la Argentina. Esta bonanza se tradujo en tasas de crecimiento económico en el periodo 1973-1974 arriba del 6%. Sin embargo, a pesar que el país experimentaba ingresos adicionales por un contexto internacional altamente favorable, el dictador fue muy hábil en endeudar a Bolivia aprovechando la excesiva liquidez que experimentaban los organismos y entidades financieras internacionales a tasas muy bajas, pero variables.
La deuda externa de Bolivia a inicios de la década de los años 70´s era de $us. 600 millones; cuando Banzer abandona el gobierno (1978), la deuda externa bordeaba los $us. 2.162 millones. Un crecimiento de la deuda de nada menos que 260%. Los costos de la deuda lo pagaríamos los bolivianos en la siguiente década, siendo éste uno de los varios elementos que contribuyeron a inviabilizar a la tristemente célebre Unidad Democrática y Popular (UDP) de Hernán Siles Suazo expresado en la hiperinflación de 1982-1985.
Después de la retrospectiva de la deuda veamos que pasa en la actualidad. El último reporte de la deuda externa del Banco Central de Bolivia al 30 de agosto de 2013, muestra que la deuda externa alcanza a $us. 4.956.9 millones. Sin embargo, si revisamos la evolución de la deuda en los últimos años podemos observar que la misma en 2007 llegó a $us. 2.207.9 millones, o sea que en casi 6 años y en pleno proceso de cambio la misma se ha incrementado en 124,5%. No es malo que un país se endeude habida cuenta que es una fuente alternativa de financiamiento con la que cuentan los países, y si esos recursos se van a destinar a mejorar la calidad de vida de los bolivianos, sin duda que más bien se trataría de una inversión a largo plazo.
Lo que llama la atención es que la deuda hubiese crecido aceleradamente en pleno proceso de bonanza económica, expresado en superávit fiscales durante 7 años consecutivos, crecimiento vertiginoso de las Reservas Internacionales del Banco Central, superávit gemelos (cuenta corriente y capital) en la balanza de pagos durante 7 años consecutivos y los históricos ingresos que se obtienen debido al incremento de precios por la venta de Gas Natural que se vende a Argentina y Brasil gracias a los excelentes contratos que se elaboraron y firmaron en beneficio del país, cuyo precio del Gas fue indexado a derivados del barril del petróleo crudo que se cotiza en el mercado Henry Hub de Estados Unidos.
Como los bolivianos tenemos la memoria muy frágil, es necesario recordar que el precio del Gas Natural que se vendía a la Argentina en el 2005 era de $us. 0.98 el millar de metro cubico día (MMCD) el famoso “precio solidario” del Expdte. Carlos Mesa; hoy bordea los $us. 10.8 el MMCD. En el caso del Brasil en el 2005 el precio era de $us. 2.3 el MMCD y hoy bordea los $us. 9.2. También hay que recordar que el precio del Barril de petróleo crudo en el 2005 se cotizaba en $us. 25; hoy bordea los $us. 102,2.
De nada sirvió la condonación de deudas que hicieron los organismos internacionales enmarcados en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) a cambio del cumplimiento de 8 objetivos como reducción de la pobreza, reducción de mortalidad infantil, mortalidad materna, entre otros, el cumplimiento de los mismos serán evaluados en el 2015. La condonación en nuestro país se hizo efectiva en el periodo 2005-2007.
El 11 de junio de 2005 el grupo de los 8 países más industrializados del mundo (G8), decidieron condonar la deuda externa de 18 países pobres entre los que se encontraba Bolivia. Nuestro país fue favorecido con la condonación de $us. 2.007 millones ($us. 293.2 millones con el FMI y $us. 1.713,7 millones con el Banco Mundial). Luego el 16 de marzo de 2007 el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) condona a Bolivia la suma de $us. 1.034 millones. De esa forma la deuda externa de nuestro país que al 31 de diciembre de 2005 era de $us. 4.941,7 millones se reduce en forma considerable a $us. 2.207,9 millones en 2007.
Lo que hoy los bolivianos esperamos es simplemente una explicación técnica y académica sobre la evolución de la deuda externa, y no simples declaraciones superficiales por parte de los funcionarios públicos que administran la cosa pública. Porque hay algo que no debemos olvidar, los gobiernos pasan, los ciudadanos se quedan; los gobiernos gastan, los ciudadanos pagan.