¿Qué significa que el aparato estatal debe asistir?
ALBERTO BENEGAS LYNCH
Vivimos la era del asistencialismo de los aparatos estatales, pero es momento de hacer un alto en el camino y pensar qué significa ese drenaje de recursos y sobre todo y antes que nada detectar de donde provienen los fondos para tales fines.
Son muchos los que demandan que deben ser asistidos por el Estado pero lo que no queda claro es quién asiste a quién pues es, entre otros, el mismo interlocutor de semejante reclamo. Y decimos Estado y no solo gobierno porque los manotazos exceden al poder ejecutivo. También, al contrario del uso corriente, consignamos esas expresiones con minúsculas pues de lo contrario habría que escribir individuo con mayúscula por respeto a lo que debiera ser el centro y el objetivo del cuidado de toda la estructura política establecida para garantizar y proteger sus derechos inalienables, anteriores y superiores a la existencia misma del Estado y el gobierno.
La innovación
IAN VASQUEZ
El perro es una innovación. Se dio hace por lo menos 20.000 años cuando algunos humanos domesticaron lobos y empezaron a criar distintas razas. La bombilla de luz, las maletas de rueda y la computadora también son innovaciones.
Desde la prehistoria, la innovación ha cambiado el rumbo de nuestras vidas y es, según Matt Ridley, “el hecho más importante del mundo moderno, pero a la vez uno de los menos entendidos”. Ridley es el autor de un nuevo libro revelador “Cómo funciona la innovación” (“How Innovation Works”). En él, repasa la historia de docenas de innovaciones para explicar que ese fenómeno es la causa principal del enorme progreso de los últimos tres siglos. De su estudio derivan numerosas lecciones.
En defensa de la libertad de expresión
JAVIER PAZ GARCIA
No soy muy fan del eje izquierda – derecha para describir la tendencia ideológica de las personas. Yo por ejemplo probablemente sería catalogado por la mayoría de la gente como de derecha o ultraderecha, por mi línea de defensa al libre mercado y de limitada intervención del Estado, y sin embargo también soy un firme defensor de que los homosexuales deben tener los mismos derechos que el resto de la población y estoy a favor de la despenalización de las drogas, dos temas que típicamente son banderas de quienes se denominan de izquierda. Pero en realidad el mismo principio que me hace defender el libre mercado es el que me lleva a defender el derecho de los homosexuales o la decisión de consumir drogas: la libertad individual. Prefiero utilizar el eje libertad – autoritarismo para describir las preferencias ideológicas. Si aceptamos la premisa de que está bien vivir en una monarquía absoluta donde un rey ostenta la soberanía y el resto somos vasallos cuyo único propósito para existir es servir al rey y engrandecer al Estado que Su Majestad dirige, entonces está bien que el Rey trate a sus súbditos como animales a su servicio, sin volición, sin voluntad, sin derecho a nada más que hacer lo que él diga y vivir y morir para su grandeza. Yo repudio esta visión. Si creemos que el ser humano es valioso en sí, que nadie tiene derecho a subyugar a otros y que cada quien es y debe ser soberano de sí mismo, entonces debemos abogar por un estado republicano con poderes limitados, cuya función es cuidar la libertad y la soberanía de los habitantes. Yo no acepto la noción de que nuestro propósito en la vida es engrandecer al Estado, sino que el Estado es quien debe estar al servicio de los ciudadanos. Un Estado así no busca expandir el poder de los gobernantes, sino preservar la libertad de sus habitantes. Este es sucintamente el ideario liberal. No existe ningún país que encuadre perfectamente en este ideario, pero hay países mejores que otros.
Los costos del confinamiento
IAN VASQUEZ
Las próximas dos semanas verán una explosión de la pandemia actual y muertes en el mundo en desarrollo. El Perú no será una excepción, pero sí evidenciará algo que ya está quedando claro: la política de la cuarentena ha fallado tras haber impuesto costos enormes a la sociedad y traído consigo pocos beneficios.
Se ha destruido la economía, pero no se ha detenido la enfermedad. La mayoría de los países ricos también han seguido esta política, pero lo hicieron con la estrategia de aplanar la curva de infectados para no abrumar a la infraestructura hospitalaria. Aun en esos casos, el confinamiento forzoso y generalizado es insostenible por sus enormes costos. Por eso, se está debatiendo si tales medidas extremas fueron efectivas en comparación con las alternativas.
Page 24 of 56