ARMANDO MÉNDEZ
El 10 de octubre los bolivianos recordamos los 30 años de inicio de la democracia en Bolivia. Sin embargo, hasta ahora no tenemos una misma concepción de lo que representa este sistema de gobierno. Hablamos de democracia representativa, que es la concepción dominante en el mundo moderno, pero también hablamos de democracia participativa y, aun más, de democracia comunitaria.
El año 1978, fue el año en que la economía boliviana había alcanzado su cima más alta. Habíamos logrado un horizonte de PIB real de 142 por ciento más al que teníamos el año 1952. Ese año fue cuando el gobierno dictatorial de Hugo Banzer fue derrocado por otro militar. Desde ese tiempo hasta el año 1982 se sucedieron nueve gobiernos, siete militares y dos civiles. Fue uno de los peores periodos de grave inestabilidad política que el país vivió en su siempre convulsionada historia.
Estos cuatros años son de importancia en la vida económica del país: el año 1979 la economía se estancó e inició un periodo de recesión económica que luego se tradujo en la peor depresión económica que Bolivia vivió. En estos cuatros la economía se redujo casi en un cinco por ciento. La inflación se desbocó, con un promedio anual del 50 por ciento.
El gobierno democrático de Siles Zuazo hoy es recordado por la hiperinflación, la primera en el mundo en tiempos de paz y la primera en América Latina. Pero poca gente sabe que fue el periodo de la mayor depresión económica. Desde 1978 hasta el año 1987 la economía se redujo en un once por ciento.
La situación económica de los primeros años de la década de 1980 es aun más grave si se analiza el comportamiento del PIB real per cápita. Mientras para 1978 se había alcanzado un PIB per cápita 33 por ciento mayor al que regía en Bolivia el año 1952, el año 1986 representaba sólo el 97 por ciento al que se alcanzó el año 1952. En términos per cápita se confirma la gran depresión económica.
Cuando se hace cargo del gobierno la coalición de izquierda encabezada por Siles Zuazo la tasa de inflación anual estaba en el orden del 200 por ciento. En lugar de ubicarse en esta terrible situación y dar respuestas serias, su gobierno es dominado por actitudes populistas, por lo que una de sus primeras medidas económicas desacertadas es la duplicación del salario mínimo. Siles Zuazo no logró terminar su periodo de gobierno, antes de cumplir los tres años abandona el mismo. En este último año de gobierno se impone el descontrol total de la economía, la misma que llega a una tasa de inflación anual del 23,500 por ciento.
El gobierno de Paz Estensoro, que sustituye al de Siles Zuazo, comienza con la titánica lucha contra la inflación a partir de un conjunto de políticas económicas que dieron lugar al famoso D.S. 21060. El año 1987 la tasa de inflación cierra con un 10 por ciento lográndose parar la hiperinflación y reiniciar el crecimiento económico.
Desde el año 1988 hasta ahora la economía nacional, en términos per cápita, ha logrado expandirse a una tasa promedia anual del 1,4 por ciento muy cerca a la que mostró Inglaterra en el periodo de la revolución industrial (1800-1850), que fue del orden del 1,3 por ciento. Muy lejos a las tasas de crecimiento per cápita que luego se conocieron en el mundo. La inflación nunca se la eliminó, pero se la mantuvo controlado a un ritmo promedia anual del 8 por ciento.
En estos treinta años la estructura económica real no cambio. Seguimos siendo una economía primaria que hoy representa un 28 por ciento del total y un sector secundario (industrial) que no pasa del 25 por ciento. Pero cuando lo mismo se ve en términos nominales la situación indica que el sector primario sube al 32 por ciento en su importancia y el sector secundario baja al 19 por ciento. ¿Qué quiere decir esto? Que en al país se gana más dedicándose a las actividades económicas primarias que a las actividades industriales.
Otros dos hechos importantes de destacar tienen que ver con el sector externo. El valor de las exportaciones casi se mantuvo estancado. En 1980 se había alcanzado un total de mil millones de dólares monto que solo había subido a los 1500 el año 2002. Pero de ahí en adelante se presentó un incremento sostenido y notable. Superaremos los diez mil millones el año 2012. Hasta el año 2002 la economía boliviana fue deficitaria, lo que implicó su crónico endeudamiento externo. Endeudamiento que no lo pudo pagar por lo que sus acreedores le condonaron.
El año 2003 se presentó un pequeño superávit en cuenta corriente de balanza de pagos, el mismo que fue aumentando en los siguientes. El año 2008 llegamos a un inverosímil superávit del orden de los 2 mil millones de dólares. Este superavit continúa, aunque en montos menores. Hoy Bolivia está entre los países excepcionales en la región, porque es superavitario.
El destacado comportamiento económico de los últimos siete años se explica por el alto valor de las exportaciones. Hoy el país está recibiendo por la venta de gas cinco mil millones de dólares año, lo cual nos permite importar lo que necesitamos. Sin este monto el país no sería superavitario ni tampoco estaría pasando por tan buen comportamiento económico.
*Miembro de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas
Tomado de hoybolivia.com