BORIS GÓMEZ 

Constantemente escuchamos a autoridades nacionales expresar preocupación por el incremento/decremento de ingresos por concepto de exportación de gas natural.

No dejemos de lado un elemento económico irrebatible: Bolivia vive de las exportaciones de hidrocarburos (de gas, concretamente) y no tiene una industria alternativa o paralela.

Consecuentemente el aumento o disminución de los precios del petróleo en el mercado internacional afectan de sobremanera la economía boliviana.

El problema central es que siguen considerando al gas como materia prima, y el segundo gran problema, ligado al primero, es que se sigue reatados a dos mercados centrales consumidores de gas que, ciertamente, dependiendo de sus propias dinámicas económicas-energéticas internas requieren a Bolivia más o menos gas cada cierto tiempo.

Estamos hablando de Brasil, que alternativamente al gas boliviano está desarrollando modelos de generación eléctrica a base de agua y además de importar LNG (gas natural licuificado) en tanto desarrolla nuevas capacidades de auto suministro de gas; y Argentina, con iguales dinámicas que el anterior: compra LNG y a veces adquiere gas de Chile.

Bolivia podría sufrir éste año –por venta de gas a la Argentina y Brasil- algún tipo de caída de ingresos. Que más allá de las cifras nos pone en situación de estress financiero dada la complejidad de los mercados energéticos brasileño/argentino, y fundamentalmente porque el precio del barril de petróleo en el mercado internacional podría ir en baja, aunque no significativa pero sí afectaría al país.

Una vez más dejamos de lado la visión estructural para seguir anclados a dos mercados, importantes y respetables, pero es tiempo de hacer una nueva mirada al tema energético boliviano.

Y allí entra la palabra clave de los últimos diez años: dar agregación de valor al gas para generar nuevas ofertas en nuevos centros demandantes que nos desinflen, en gran medida los problemas de baja-de-precios de venta de materia prima.

En 2012 Bolivia obtuvo por exportaciones de gas natural a Argentina y Brasil más de 5.000 (cinco mil millones) de dólares, cifra significativa pero que aún sigue sujeta a la venta de materia prima.

Tomado de opinion.com.bo

Pin It