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IVÁN ARIAS

Introducción
I. El inicio: la Corporación Boliviana de Fomento (CBF) (1942 - 1985)
1. El Estado keynesiano obrerista
2. El Plan Bohan
3. YPFB y COMIBOL: las madres del cordero
4. Cuarenta años después de la industrialización forzosa: pagar la factura
II. 21060: la ruptura
III. El retorno: Estado keynesiano ahora indigenista
1. El Plan Nacional de Desarrollo (PND)
2. Las nacionalizaciones o compra de acciones
3. La nueva constitución
4. La reelección


5. Empresas públicas al 2011
6. Una mirada a los Presupuestos Generales del Estado (PGE)
7. Hacia la consolidación del Estado empresario
8. Empresas Públicas Nacionales Estatales (EPNEs): Chapare el nuevo polo
9. 17 Empresas Públicas Nacionales Estatales (EPNEs) en la mira

Introducción
El Modelo Económico Plural establecido en la Constitución Política del Estado, está
constituido por las formas de organización económica comunitaria, estatal, privada y social
cooperativa; orientado a mejorar la calidad de vida y el vivir bien de las y los bolivianos;
del mismo modo, señala que Bolivia se constituye en un Estado Social de Derecho
Plurinacional Comunitario con Autonomías.
En los últimos años se ha puesto en marcha una política de industrialización,
promovida activamente por inversiones estatales. Se ha instalado plantas de procesamientode coca, naranjas y leche, de producción de papel y cartón, y se ha buscado rehabilitarplantas como la de Karachipampa y controlar fundiciones existentes como la de Vinto, asícomo instalar una gran industria siderúrgica.
El presente estudio tiene por objetivo reunir y sistematizar información sobre los
proyectos industriales estatales y ofrecer datos que permitan evaluar sus avances, logros
y dificultades. La investigación cuenta con el apoyo de la Fundación Milenio, que tiene la
misión de poner a consideración de la ciudadanía elementos de análisis para la toma de
decisiones, por lo que el presente estudio se concentra en 14 emprendimientos estatales
a partir de una visión global.
I. El inicio: la Corporación Boliviana de Fomento (CBF) (1942-1985)

1.- El Estado keynesiano obrerista

La historia boliviana se mueve en un eterno péndulo entre estatismo y liberalismo,
entre proteccionismo y libre mercado que, lejos de impulsarnos nos mantiene estancados
en un eterno círculo político de revoluciones y contrarrevoluciones que ahogan nuestras
ilusiones de avanzar como país y sociedad. De esa manera, mientras otros países optan
por ajustes periódicos a sus estrategias y políticas, en Bolivia retomamos prácticas o teorías antiguas y de inviabilidad comprobada, que se presentan como nuevas y revolucionarias.
La presente investigación no pretende criticar ni alabar la intervención del Estado
en la economía; sólo busca, con base en una mirada rápida, ver el estado actual de algunasempresas estatales.
De todas maneras, consideramos pertinente realizar un muy breve repaso histórico
para comprender algunas particularidades que caracterizan la evolución de nuestro modelo
de desarrollo1.

Un primer elemento tiene que ver con la explotación del estaño, que comenzó con
especial fuerza en las primeras décadas del siglo XX, al influjo del alza de precios de ese
mineral en los mercados internacionales. Este hecho, incidió en una reversión del
comportamiento del sector externo. La balanza comercial boliviana comenzó a mostrar
saldos positivos y el país, por primera vez, exportó capitales producidos al interior de su
economía para ser invertidos en Europa y Estados Unidos.
El vertiginoso ascenso del estaño en las exportaciones bolivianas fue acompañado
por la instalación de un modelo liberal de desarrollo (1900-1930), que se aplicó hasta la
gran crisis internacional de los años 1929-33. Los dirigentes visibles de éste modelo, en
la política y la economía fueron el presidente de la República, Ismael Montes, y Simón Iturri
Patiño, el magnate del estaño, respectivamente. Los analistas políticos caracterizan este
período como el de la vigencia de una democracia restringida.
La crisis internacional de los años treinta marcó profundamente al país. A la reducción
dramática de las exportaciones (70 por ciento), debe sumarse el impacto económico y
social de la Guerra del Chaco contra Paraguay. Al profundo desequilibrio externo, le siguió
el déficit fiscal determinado por incrementos en el gasto para sostener la campaña bélica.
El Banco Central de Bolivia, fundado en 1929, dejó de ser autoridad monetaria y,
debido a la circunstancia excepcional, dio paso a la emisión de grandes cantidades de
dinero para financiar la participación de Bolivia en el conflicto bélico. En 1930, el país se
vio en la necesidad de suspender el pago de la deuda externa.
La insinuación del nacionalismo y del concepto de Estado de bienestar, se comenzó
a advertir en la fundación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (1936), la creación
del Banco Minero de Bolivia (BAMIN, 1936), del Banco Agrícola (BAB, 1942) y de la
Corporación Boliviana de Fomento (CBF, 1942). Las cajas de ahorro y seguro obreros
aparecieron en 1935. Este periodo estuvo marcado por una fuerte inestabilidad política.
Es evidente, considerando los desafíos que se afrontaron en la década de los años
30, que de no haberse adoptado las decisiones adecuadas en ese período, la situación de
atraso del país sería mucho mayor.
Pese a la guerra y a un entorno nacional e internacional complejo, en esa época
se ejecutaron algunos emprendimientos privados importantes, como el de la Cervecería
Boliviana Nacional, la Compañía Industrial de Tabacos, Dillmann, Stege, Droguería INTI,
SACI y otras.

2. El Plan Bohan

El tamaño de estas iniciativas, sin embargo, era pequeño comparado con las grandes
necesidades del país. La inexistencia de un sector industrial fuerte, capaz de absorber la
creciente mano de obra en las ciudades, determinó que en 1941 se elaborara un programa
de cooperación entre Bolivia y Estados Unidos, que dio lugar a una misión dirigida por
Mervin Bohan.
La Misión Bohan, con una marcada influencia de la visión keynesiana dominante
en la época, estuvo integrada por expertos en minería, agricultura y caminos y contaba con
el apoyo del Departamento de Estado de EE.UU.

El diagnóstico del grupo de expertos fue muy claro: Bolivia era un país poco articulado
en términos de infraestructura y telecomunicaciones; exageradamente dependiente de sus
exportaciones de mineral (94 por ciento del valor total exportado) y, particularmente, de
estaño (73 por ciento a 80 por ciento del total exportado), cuyo precio era fijado exógenamente e importaba bienes de origen agrícola, que podía producir en el país.
Según estimaciones de la Misión, la actividad minera involucraba directamente sólo
al 2 por ciento de la población, mientras que dos tercios de la misma vivían de la agricultura, sector que no ejercía una influencia significativa en la economía nacional.
El diagnóstico reveló que los costos de explotación de los minerales debían reducirse,
apoyando particularmente a la minería pequeña. A mediados del siglo XX y a diferencia
de lo que ocurría en naciones vecinas, en Bolivia más de la mitad del territorio, especialmente en el Oriente, permanecía inexplorado.
En 1942 la Comisión propuso un Plan de Desarrollo Económico - el Plan Bohan- con
base en la diversificación económica para la producción de artículos de consumo. Este
proyecto comprendía de un diagnóstico de la economía nacional, con énfasis en los años
1936 a 1940, del que se desprendieron una serie de recomendaciones sobre estrategias,
planes y proyectos estudiados detalladamente.
El Plan Bohan, en cierta forma, estableció las bases y orientación del desarrollo
nacional, particularmente del Oriente, no sólo por su planteamiento estratégico e integral
sino porque, con algunos ajustes, marcó el ritmo de la economía del país durante décadas,
hasta 1985.
Este Plan que en realidad fue el primer estudio metódico de la economía boliviana,
proponía, entre sus recomendaciones centrales, la expansión y diversificación de la
producción agrícola para lograr no sólo autosuficiencia, sino también un efecto en la
sustitución de importación de bienes de consumo, que posibilitara liberar divisas para
orientarlas a la importación de bienes de capital (maquinaria).
La estrategia que se desprende del estudio elaborado por esta comisión de expertos,
recomendaba asimismo, desarrollar productos cultivados en el trópico para la exportación.
Para la ejecución sistemática de las sugerencias del Plan, en 1942 fue creada la
Corporación Boliviana de Fomento (CBF), que se encargó de gestionar un ambicioso
proyecto de construcción de infraestructura en comunicaciones, que incluía la vinculación
caminera entre Santa Cruz y el occidente del país, entre Tarija y Villamontes, así como
caminos de penetración hacia el Alto Beni, en el norte del Departamento de La Paz2.
La CBF fue creada para impulsar proyectos ganaderos, forestales y agrícolas en el
Oriente y zonas aptas del Occidente boliviano. Funcionó inicialmente con fondos del Banco
Export-Import de Estados Unidos (EXIMBANK), la Rubber Reserve Corporation y una
donación de la empresa Rockefeller. Al ser una entidad estatal, contó con sólidas líneas
crediticias, tanto internas como internacionales; lo que facilitó un crecimiento acelerado en
proyectos de todo orden.

Para el desarrollo del sector agrícola el plan proponía el impulso de la producción
de azúcar, arroz, carne, madera y algodón, la irrigación de Villamontes y la creación de
estaciones experimentales de agricultura y ganadería.
En 1943 se inició la construcción de la carretera Cochabamba-Santa Cruz (recién
concluida en 1957) y ese mismo año se iniciaron los estudios para la instalación del ingenio
azucarero Guabirá.
En el Plan se recomendaba una activa intervención del Estado que debía incluir la
modificación de la política impositiva, gravando las tierras improductivas, el estímulo a la
producción y la instalación de complejos agroindustriales.
La revolución de Abril de 1952 estalló en momentos en los que el país estaba
experimentando algunos cambios en lo que a estructura social se refiere. Entre 1900 y
1952 la población urbana había crecido del 14.3 al 22.8 por ciento; el sistema político se
estaba desintegrando y la economía experimentaba un estancamiento.
En 1950, Bolivia era el productor de estaño más caro del mundo. A partir de 1952
se dio, una reorientación de la política de desarrollo económico del país, teniendo en cuenta las recomendaciones del Plan Bohan y las de la Misión Keenleyside que, en 1950, ratificó esos lineamientos.
Se trataba, por tanto, de seguir lo iniciado durante el gobierno de Peñaranda, es
decir, la integración nacional a través del desarrollo del oriente boliviano. "En el lado
constructivo de la Revolución Nacional -dice Mariano Baptista- figura su visión integradora
y modernizadora de la sociedad boliviana, a la que arrancó de su atraso y marasmo colonial, y el símbolo de esa tarea se encarnó en ese 'constructor de imperios', como llama Pierre Lenoir a Alfonso Gumucio Reyes, presidente de la Corporación Boliviana de Fomento y luego Ministro de Economía".
El "Programa de desarrollo de 1954" tendía a la sustitución de productos alimenticios
y materia prima de origen agroindustrial, así como del petróleo y sus derivados. Dado que
una buena parte de estos productos agropecuarios (carne, arroz, azúcar, algodón, oleaginosas, madera, manteca) sólo se producían en la región cruceña, los esfuerzos se volcaron hacia su desarrollo económico. Es más, este programa puntualizaba que "desarrollar el área del norte de Santa Cruz era el mejor medio para aumentar en corto tiempo la producción de aquellos productos que se importan". Los lineamientos de este programa fueron más tarde adoptados por el "Plan Decenal de 1961". Los objetivos para el desarrollo regional pueden ser resumidos de la siguiente forma:
1. Integración regional de la economía.
2. Iniciación del aprovechamiento del potencial de desarrollo del Oriente Boliviano.
3. Distribución más racional de la población rural, con respecto a las posibilidades
de desarrollo que ofrecen las diferentes regiones.
4. Sustitución de importación de productos alimenticios y de materias primas de
origen agropecuario tropical y subtropical.
5. Diversificación de las exportaciones agrícolas, ganaderas y forestales de origen
tropical y subtropical.
Para poder llevar adelante este programa se hacía indispensable romper el aislamiento
cruceño mediante la construcción de caminos. En 1954 se término de construir la carretera 
Cochabamba - Santa Cruz y en 1957 quedó asfaltada. Paralelamente se dio un notable
impulso al transporte aéreo y se concluyeron los ferrocarriles que unen la ciudad de Santa
Cruz de la Sierra con Brasil (1955) y Argentina (1957).
Para incorporar nuevas tierras de cultivo (caña de azúcar, maíz, arroz), el Servicio
Agrícola Interamericano se hizo cargo de la asistencia técnica y financiera en el norte
cruceño. Para ello desarrolló sus actividades en tres campos: asesoría a nivel técnico
agropecuario; establecimiento de un sistema de créditos y fijación de precios de fomento
subvencionados; y un servicio de maquinaria agrícola. Paralelamente se iniciaron programas de salubridad, especialmente la campaña para la erradicación de la malaria, que permitió crear condiciones favorables para la nueva mano de obra que se había establecido en la región.
Otro elemento relevante fue la instalación de procesadoras agroindustriales, proyecto
en el que desempeñó un papel decisivo la CBF. Al final de la década de los cincuenta se
había instalado el ingenio azucarero de Guabirá (1956), existían tres ingenios privados,
se habían importado 35 peladoras de arroz y una desmontadora de algodón y se había
establecido una primera planta para la industrialización de leche en Cochabamba, a partir
de la cual se desarrolló una política de fomento lechero.
Mediante esas acciones, el Estado se convirtió en el factor decisivo para el desarrollo
de una agricultura comercial de envergadura y el surgimiento de sectores dinámicos de
empresarios modernos.

3. YPFB y COMIBOL: las madres del cordero

La primera empresa estatal productiva fue Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos,
(YPFB), creada a fines de 1936 cuando se determinó la caducidad de las concesiones de
Standard Oil Company.
A partir de 1925 empezaron a descubrirse pozos petrolíferos en la zona sur del
Oriente boliviano; sin embargo, hasta 1950 la producción no era considerable. En la década de los años setenta se formuló el Plan Petroquímico Boliviano a cargo de YPFB y la
Dirección de Hidrocarburos del Ministerio de Energía, como una respuesta a la existencia
de gas natural y la alternativa ante la exportación de este recurso. YPFB diseñó una planta
de pesticidas conformando una empresa Argentino-Boliviana (AQUILA, para producir
compuestos órgano fosfatados con una inversión de US$ 200 millones. Estos pesticidas
estaban dirigidos principalmente al mercado colombiano, dentro de los acuerdos del Grupo
Andino. Las limitaciones financieras del país y el incierto mercado frente a la competencia
de productos similares de origen asiático y europeo, determinaron la frustración de estos
proyectos.
Por otro lado, la característica histórica de Bolivia como país minero y sobre todo
como exportador de minerales originó la necesidad de planificar la fase metalúrgica para
dar a estos minerales un valor industrial mayor y, por otra parte, obtener los metales
contenidos en la compleja estructura mineral.
La creación de COMIBOL y posterior instalación de fundiciones se enmarcaba en
los lineamientos de una política metalúrgica, que tenía como objetivos completar la 
nacionalización de los recursos minerales - abarcando otros eslabones de la cadena
productiva -, elevar el valor agregado de los mismos y eliminar la intermediación y el atraso
de las transacciones comerciales comprometidas con la de la exportación de estas materias
primas. De los proyectos metalúrgicos, solamente la Empresa Nacional de Fundiciones,
ENAF, y La Palca fueron instaladas y puestas en operación.
Posteriormente se formaron las empresas de electricidad ENDE y de telecomunicaciones ENTEL. En los años setenta, se trató de incentivar las inversiones en el país, a través del Instituto Nacional de Inversiones. De este intento resultó la creación de nuevas industrias y, sobre todo, el desarrollo del turismo.
En este periodo se instala la hilandería para procesar el algodón nacional y una
fábrica de aceite comestible (FACSA) para procesar la soya a ser producida en el Chaco.
Luego aparecieron el Servicio Nacional de Caminos (SNC) y el Banco del Estado BANEST
(1971) y las Corporaciones de Desarrollo en cada departamento a partir de 1973.

4. Cuarenta años después de la industrialización forzosa: pagar la factura

Después de más de cuatro décadas (1940-1985) de transitar por la línea del Estado
benefactor-interventor, este esquema de desarrollo, terminó de colapsar en el quinquenio
1980-1985, poniendo al país al borde la quiebra durante el gobierno de la UDP.
Durante casi medio siglo se había apostado, a una estrategia de industrialización
interna, aunque sin modificar la base estructural de país exportador de materias primas.
En ese mismo período, otros países habían diversificado sus exportaciones a fin de no
quedar expuestos a los ciclos económicos críticos de caída de precios y otros fenómenos
externos, que han incidido de manera contundente en la evolución de la economía boliviana.
El investigador Benjamín Grosman (2006) grafica de la siguiente manera lo logrado
en esta cuarentena de años.
La ausencia: la química básica. Los éxitos: CBF, azúcar, lácteos,
cemento, carne.
Lo mal hecho: Karachipampa, San
Buenaventura, plan petroquímico,
Fabrica de Aceites en Villamontes.
Iniciativa privada: soya, castaña.
FUENTE: Benjamín Grosman (2006).

RESULTADOS DE LA ECONOMÍA BOLIVIANA
1940 - 1985
Sin duda las acciones de la CBF a lo largo de más de 40 años de actividad fueron
importantes, pero también sabemos que los fracasos fueron mayores que los éxitos. Los
desaciertos de la economía estatista la pagamos los bolivianos cuando para comprar un
pan llevamos miles de pesos en una bolsa de nylon.
La hiperinflación boliviana, la primera en el mundo originada en causas no bélicas,
fue impulsada, entre otros factores, por el desmesurado aumento del tamaño del Estado,
que se expresó en varias formas3. "Se crearon empresas públicas sin criterio rentable. En
1964 la cantidad de las empresas estatales llegaba a 24 y en 1979 a 328. El despilfarro
de los recursos y la descapitalización constituyó otro factor permanente en la gestión de
las empresas estatales. Por ejemplo, a fines de los '70 en la COMIBOL se constató que
existían aproximadamente US$ 100 millones por adquisiciones innecesarias, mientras que
los yacimientos importantes estaban agotados. En YPFB se denunció una descapitalización
acelerada y muy pocos recursos destinados a exploración y desarrollo de nuevos yacimientos; sin embargo, el saldo de la deuda externa de esta empresa al 31/12/85 llegaba a US$ 120.3 millones. Otras ni siquiera operaron como fue el caso de la fundición de plomo-plata de Karachipampa cuya construcción demandó un crédito externo de US$ 171.8 millones.
La desmesurada expansión de las empresas estatales y del Poder Ejecutivo, ocasionaron
el crecimiento de la burocracia estatal. En 1980 trabajaban 193,118 personas para el Estado y 245,579 en 1985. En COMIBOL en 1980 trabajaban 26,525 personas y 27,631 en 1984, mientras que la producción de estaño que en 1980 fue de 18,620 toneladas métricas finas (TMF), en 1984 fue de 12,533 TMF. En YPFB el personal llegó a 5,391 personas en 1980 y a 8,480 personas en 1985. Este sobre dimensionamiento estatal representó un importante factor de presión en el gasto público, considerando los déficit estructurales de las empresas públicas".

II. 21060: la ruptura

La medida más importante para detener la hiperinflación, que romperá la lógica de
más de 40 años y que marcará el rumbo de la economía y la política hasta nuestros días
será el decreto 21060 que contiene un total de seis títulos y 170 artículos Estas las
principales políticas:

Se estableció un régimen de cambio único y flexible, implementado por el Banco
Central de Bolivia (BCB) a través de un sistema de subastas, haciendo que la
paridad con la divisa norteamericana quedara fijada por el mercado, aunque
"administrada" por el BCB dentro de lo que se denomina una flotación "sucia".

Se autorizó a todo el sistema bancario a operar con moneda extranjera,
permitiéndose la apertura de cuentas en cualquier divisa.
Se liberaron los intereses.
Se abolieron las restricciones al comercio exterior, eliminándose prohibiciones
y cuotas, y se fijó un arancel único del 20 por ciento para todas las importaciones,
aunque esta medida luego fue modificada parcialmente.
Se eliminó la inamovilidad laboral y se dispuso la liberación de los salarios del
sector privado -que de allí en adelante no estarían sujetos a fijación gubernamental decretándose el fin de la indexación que existía y del salario mínimo (aunque
éste luego fue restablecido, pero a un nivel muy bajo).
En el sector público se congelaron los salarios hasta diciembre de 1985, se
unificaron gran cantidad de bonos compensatorios que existían y se congelaron
los cargos.

Se mantuvo la liberación general de precios ya establecida, meses atrás, por el
gobierno de Siles Zuazo.
Se elevaron los precios de los derivados del petróleo, llevándolos al nivel
internacional, así como los de otros bienes y servicios provistos por las empresas
públicas.
El precio de la gasolina pasó de 4 a 30 centavos de dólar por litro.
Se adoptaron diversas disposiciones para controlar efectivamente los flujos
financieros, los salarios y las contrataciones de personal de las empresas públicas.
Se disolvió la Corporación Boliviana de Fomento y la Empresa Nacional de
Transporte Automotor, pasándose sus bienes a departamentos y municipios, y
se abolieron todos los monopolios excepto los que favorecían al estado en el
campo de los hidrocarburos, telecomunicaciones y algunos otros sectores más.
Se eliminaron los subsidios que recibía la COMIBOL.

A diferencia de lo ocurrido con los "paquetes" anteriores de ajuste, el Decreto
21060 no promulgó ningún aumento general de salarios por decreto.
De esta manera, la participación del Estado en el esfuerzo de industrialización
concluyó en 1985, primero con la privatización de algunas empresas estatales (1992-1993)
y posteriormente con la capitalización de las mismas (1995-1997).
De esta forma, las empresas del Estado, fueron transferidas al sector privado nacional
y extranjero. Las principales empresas (YPFB, ENDE, ENTEL y ENFE) fueron parte del
proceso de capitalización, en tanto que las otras empresas, la mayoría creadas por la CBF,
fueron transferidas al sector privado. Entre estas compañías se cuentan 32 del rubro de
alimentos, 16 de turismo y servicios, 5 fábricas de diferentes productos, 6 de productos no
metálicos, 3 hilanderías, 1 laminadora de goma y 1 empresa de electricidad.

Aparte de la corrupción, clientelismo, peguismo megalomaníaco, vaciamiento
estratégico y gasto descontrolado en base a las arcas del Estado, Grosman (2006) identifica los siguientes factores como los limitantes para el desarrollo industrial desde el Estado:
- Educación y tecnología: La actividad industrial no muestra sectores con niveles
tecnológicos de avanzada o de producción de bienes de capital, equipos, partes
y repuestos que muestren el avance en tecnología del país. El atraso tecnológico
de Bolivia es consecuencia de su sistema educativo y de la sociedad en su
conjunto que nunca tuvo como inquietud las innovaciones tecnológicas y menos
el desarrollo tecnológico. La dependencia tecnológica de Bolivia se traduce en
la importación de tecnología traducida en maquinaria, vehículos, repuestos y
equipos.
- El mercado interno: La población boliviana está caracterizada por ser en Sur
América la sociedad con el menor consumo respecto a los países limítrofes. Si
a la producción del país sumamos las importaciones que realiza y restamos las
exportaciones, tendremos un valor referencial del consumo por país. Si este 
consumo lo dividimos entre los habitantes del país obtendremos un indicador
comparativo del consumo por habitante por año. En esta comparación, Bolivia es
el país con menor consumo por habitante, con grandes diferencias respecto a
países que nos rodean.
- La concentración de las exportaciones: La característica histórica de la economía
boliviana ha estado centrada en las exportaciones de sus materias primas, la
plata, el estaño y la goma (caucho) como los productos más representativos y
que han marcado los periodos de la historia del país. La concentración de las
exportaciones en pocos productos es el origen de la debilidad de la estructura
exportadora boliviana. Las exportaciones bolivianas a diferencia de otros países,
tienen una alta concentración en tres clases de productos: los hidrocarburos, los
minerales, la soya y derivados. Todos esos productos están sujetos a precios
internacionales y al comportamiento de los mercados. Se ha tomado como ejemplo
países como Chile, Colombia, Perú, Argentina y Brasil que muestran que más
del 50 por ciento de sus exportaciones están diversificadas en otros productos.
Un caso de especial interés es el de Malasia que en los años 70, tenía la misma
composición exportadora que Bolivia concentrada en el estaño. Cuarenta años
después es un gran exportador de equipos electrónicos y eléctricos sin haber
abandonado las exportaciones de recursos naturales como la goma y sus derivados,
el aceite de palma y el estaño.

III. El retorno: Estado keynesiano ahora indigenista

Después de 20 años de romper el estatismo y de transitar por una economía centrada
en el dinamismo privado, hoy la propuesta es volver a los orígenes. De esa manera Bolivia
está nuevamente transitando por las ideas Keynesianas y cepalinas con sus variantes, esta vez, de carácter etnicista.
1. El Plan Nacional de Desarrollo (PND)
El 16 de junio de 2006, el gobierno del presidente Evo Morales publicó el "Plan de
Desarrollo Bolivia digna, soberana, productiva y democrática para vivir bien", más conocido
como el PND.
Como su nombre lo indica, el PND se estructuró a partir de cuatro componentes: a)
desarrollo con inclusión social, b) descentralización y poder social comunitario, c) trasformación de la matriz productiva, de industrialización y exportación con valor agregado, y d) cambio en el enfoque de las relaciones internacionales.
Cada componente implica una estrategia que, según se establece en el documento,
comenzará con el desmontaje colonial del Estado en procura de construir una Bolivia
multinacional y comunitaria, donde el Estado sea el promotor y protagonista del desarrollo,
distribuidor de la riqueza e impulsor de la convivencia entre la economía comunitaria y
privada.
Este proceso de descolonización del Estado, prioriza la construcción de una democracia
amplia y con base comunitaria que permita un dialogo más fluido entre el Estado y la
sociedad.
En lo referente a la matriz productiva, se dice que estará conformada por dos sectores:
a) sector estratégico: generadores de excedentes, y b) sector generador de empleos e
ingresos.
El sector generador de excedentes estaría conformado por hidrocarburos, minería,
electricidad y los recursos ambientales, razón por la cual se plantea la necesidad de que
todos estos recursos pasen al dominio del Estado. Con este propósito, el gobierno pretende ser el generador de las condiciones para lograr "maximizar los excedentes, optimizar su uso para la diversificación económica y el incremento del bienestar en contexto equilibrado con el medio ambiente".
De manera explícita se dice que la generación adecuada de excedente, en el caso
hidrocarburos y minería, requerirá de la inversión extranjera, para lo que se plantea la
implementación de políticas que brinden seguridad jurídica y reglas claras sobre montos
de inversión y participación en el negocio.
En resumen, se plantea que "los excedentes producidos por el sector estratégico
promuevan recursos al sector generador de ingresos y empleo, para contribuir a la
diversificación económica y el desarrollo del área social.
Las limitaciones del sector generador de empleo e ingresos, son reconocidas en el
plan. Se caracterizan por el "bajo nivel del desarrollo tecnológico y de productividad, su
débil organización instrumental y dependencia respecto a la dinámica de otros sectores
productivos y comerciales".
En esta categorización se encontrarían la "micro, pequeña, mediana y gran empresa,
cooperativas y artesanías en el ámbito urbano; grandes, medianas, empresas, Organizaciones
Económicas Campesinas, comunidades campesinas pueblos indígenas, cooperativas y
artesanos en el área rural". Todas estas áreas requerirán de un apoyo diferenciado del
Estado, mediante la implementación de políticas productivas que busquen criterios de
selectividad y prioridad en atención a las regiones antes mencionadas.
Los recursos obtenidos por el Sector Generador de empleo e ingresos, serán
canalizados a los sectores mencionados a través del llamado Sistema Nacional de
Financiamiento para el Desarrollo Productivo, institución que facilitará el acceso de las
organizaciones económicas y sociales de campo y la ciudad, que fueron excluidos del
sistema financiero tradicional.
Sin duda, el tema central es el referido a la Transformación Estructural Agraria (TEA).
El plan define la transformación de la estructura agraria en procura de superar, de manera
permanente y sostenible, los problemas de pobreza del área rural.
La expansión y desarrollo agrario pasa por transformar la estructura de tenencia y
de acceso a la tierra, favorecer el desarrollo de innovaciones tecnológicas y del conocimiento, aumentar las coberturas de riego, ampliar el acceso al financiamiento, dinamizar los mercados de productos agropecuarios e inserción en nuevos mercados y cambiar la matriz energética de la producción agroindustrial. Según el plan, lo anterior se traducirá en mayor eficiencia en el uso del potencial productivo del suelo para actividades agrícolas, pecuarias y agroforestales.
2. Las nacionalizaciones o compra de acciones
La nacionalización de los hidrocarburos iniciada en Bolivia el 1ro. de Mayo del año
2006 no se trata de una nacionalización clásica, que haya seguido los lineamientos de las
anteriores nacionalizaciones en nuestro país y en otros países. La nacionalización boliviana
siguió la siguiente lógica. Primero, los bolivianos somos propietarios del gas y del petróleo
cuando están debajo de la tierra. Segundo, si los bolivianos somos dueños de los
hidrocarburos cuando están bajo tierra, debemos seguir siendo propietarios después de
que han sido extraídos de debajo de la tierra. No hay razón ni motivo por el que debamos
dejar de ser propietarios. Tercero, las empresas operadoras simplemente los buscan y los
extraen, no "producen" los hidrocarburos. Cuarto, por lo tanto, corresponde que los
bolivianos paguemos a las empresas operadoras lo que les corresponde por el trabajo que
han realizado, es decir, el trabajo de buscar y extraer el gas y el petróleo. Como era de
esperarse ha sido criticada desde posiciones de "izquierda" y de "derecha"4.
Desde posiciones de "izquierda" se dice que la nacionalización boliviana, al no haber
expropiado a las empresas operadoras extranjeras que estaban operando en Bolivia, no
es una verdadera nacionalización. Desde su punto de vista la única manera de nacionalizar
los hidrocarburos es expropiando a las empresas operadoras y haciendo que sea la empresa estatal YPFB la que se encargue de las operaciones petroleras.
Por el otro lado, desde posiciones de "derecha" se critica la nacionalización señalando
que lo único que se ha hecho es negociar nuevos contratos en los que el Estado recibe
más dinero, en otras palabras, según ellos lo único que se ha hecho es subir los impuestos.
Desde su punto de vista, como "no se ha expropiado ni un alfiler" no ha habido una verdaderanacionalización.
En todo caso la fiebre "nacionalizadora" ha marcado la tónica del gobierno en estos
años, llegando a sumar al control del Estado más de 13 empresas a las cuales se les ha
pagado indemnizaciones. Se considera que Bolivia destinará más de US$ 4,000 millones
para cubrir los gastos de las nacionalizaciones e indemnizar a todas las empresas
extranjeras, entre ellas inglesas, francesas, españolas e italianas, que fueron nacionalizadas desde 2006. Desde su llegada al poder Evo Morales nacionalizó empresas productoras y comercializadoras de gas, el sistema hidroeléctrico, una de telecomunicaciones y dos fundidoras de metales.
Las empresas extranjeras cuyas acciones fueron nacionalizadas fueron las
hidrocarburíferas Repsol-YPF (española-argentina), Shell (Gran Bretaña), Petrobras (Brasil),
Graña-Montero (Perú-Alemania), British Petroleum (Gran Bretaña), la telecomunicaciones
Telecom (Italia), la minera Glencore (Suiza), y las hidroeléctricas Inversiones Econergy
Bolivia SA (Francia) y Rurelec (Gran Bretaña). El gobierno boliviano logró acuerdos con
algunas de ellas y otras mantienen litigios en tribunales arbitrales del Banco Mundial.
3. La nueva constitución
El gobierno del MAS, como todos los regímenes que ganan su legitimidad vía las
urnas o procesos insurreccionales, no podía escapar a la idea de la refundación del país, 
esta vez ya no como Republica sino Estado Plurinacional. Para ello, siguiendo un libreto
bolivariano, forzó una Asamblea Constituyente que, después de mucho enfrentamiento
social y político, aprobó un proyecto de Constitución que sería sustancialmente modificado
en las alturas de un edificio de la ciudad de La Paz por los "nuevos iluminados" del poder
para que, en un procedimiento que no estaba previsto en la Ley, sea el Congreso de la
Republica el que, cercado por los movimientos sociales afines al Gobierno, apruebe la
supuesta defunción de la Constitución republicana: oligárquica, neoliberal y excluyente de
1994.
Fernando Molina señala que desde 1938 las constituciones han respondido a una
visión nacionalista y estatista de la realidad boliviana. La Constitución de 1967, que duro
hasta el año 1994, permite todavía que el Estado conceda al sector privado la explotación
de los yacimientos de hidrocarburos que le corresponden en propiedad. En cambio, señala
Molina, la Constitución de 1995 sí se distanció, y seriamente, de la Revolución Nacional
en cuanto a la imagen de la sociedad que se pretendía construir. Aceptó que el intento
homogeneizador de la Revolución había fracasado, pues por todas partes lo que se veía
no era uniformidad, sino todo lo contrario, y modificó el objetivo de construir una sociedad
plenamente nacional, que había orientado los esfuerzos de las generaciones anteriores,
por un modelo en el que coexistieran las diversas realidades étnicas, lingüísticas y culturales del país. Para el periodista, la Constitución de 2009 constituye una radicalización de ambos elementos: lleva todavía más lejos la concepción de Bolivia como una sociedad no nacional, diversa e incluso fragmentaria, y ajusta las tuercas de la economía estatizada, a fin de evitar que, como ocurrió en el pasado, se cuelen reformas de índole liberal.
De ahí el carácter híbrido e incluso contradictorio de la filosofía de esta Constitución,
que por un lado apunta a la centralización y la acumulación del poder, y por el otro ofrece
garantías políticas y oportunidades de gobierno a un sinnúmero de entidades subnacionales, en particular a los pueblos indígenas. Es probable que éste sea su rasgo más característico, el que la diferencie históricamente de otras constituciones creadas por el nacionalismo, y también el que determine, al final del día, su necesario fracaso.
En su rico análisis, Molina lanza al lector estas preguntas a propósito de la Constitución
que actualmente rige el destino de los bolivianos: "¿Por qué se insiste una y otra vez en
dar las mismas soluciones (e incluso a través de la misma vía, esto es, la muy cuestionable
reforma constitucional) a unos problemas que, como la historia ha demostrado por demás,
no resultan siquiera mellados por ellas? ¿Por qué Bolivia no puede abandonar el tipo de
pensamiento que no sólo no la saca de su postración sino que contribuye a mantenerla?
Es cierto que la Constitución de 2009 puede parecer llena de novedades directamente
contrapuesta al pensamiento del período 1985-2002, pero también que basta insertarla
dentro de la historia constitucional del país para darse cuenta de que apenas se trata de
la última versión, la más radical, de una secuencia de constituciones muy parecidas. Que
las modificaciones que introduce en el campo jurídico nacional no son de sustancia, sino
apenas de grado. Es obvio que la obstinación nacionalista y estatista de los bolivianos está asociada a intereses económicos y sociales, que habrá que tener presentes a lo largo del debate ideológico. Sin embargo, esto no disminuye la necesidad de librar este debate, ni su importancia para abrirle paso a nuevas visiones en el futuro".
4. La reelección
Para lograr la reelección en los comicios generales de diciembre de 2009, el MAS
presentó su "Programa de Gobierno 2010-2015, Bolivia país líder", cuya página 53 describe
los lineamientos estratégicos para conseguir una denominada "Bolivia Productiva" que
garantice "el desarrollo económico del país, continuando con la transformación de la matriz
productiva con capacidad de generar ahorro e inversión, empleo estable e ingresos y
producción destinada al mercado interno y luego al externo".
De acuerdo a esa propuesta, Bolivia debía ingresar en "un nuevo patrón de desarrollo
-culminando la trayectoria histórica del patrón primario exportador vigente en el país-,
ingresando a una nueva era de industrialización y generación de valor agregado".
Para eso se propuso una mayor participación del Estado en la economía y la
promoción de sectores estratégicos (en toda la cadena productiva) con el apoyo a los
emprendimientos de los sectores privados y comunitarios. El nuevo sistema de "Economía
Plural (pública, privada, comunitaria y social comunitaria)" tenía como objetivo "dinamizar"
el desarrollo del conjunto de los sectores productivos del país (ver cuadro 2).

5.- EMPRESAS PÚBLICAS DE BOLIVIA
2011

1 AZUCARBOL - Bermejo
2 Complejo azucarero de San Buenaventura
3 PAPELBOL
4 CARTONBOL
5 LACTEOSBOL
Lacteosbol Achacahi
Lacteosbol Chapare
Lacteosbol Challapata
6 ECEBOL Oruro
7 ECEBOL Potosi
8 EBA
9 EBO
10 Insumos Bolivia
11 EMAPA
12 Planta industrializadora de coca
13 Planta industrializadora de palmito
14 Planta industrializadora de cítricos Palos Blancos
15 Planta industrializadora de cítricos Caranavi
16 COMIBOL
EBRE (Empresa boliviana de recursos evaporíticos)
Empresa metalúrgica Vinto
Empresa minera Huanuni
Karachipampa
Empresa minera Corocoro
Fábrica de ácido sulfúrico de eucaliptus
Fundición de bismuto Telamayu
Empresa siderúrgica del Mutún
17 ENABOL (Empresa Naviera Boliviana)
18 ENDE
Ex Corani
Ex Guarachi
Ex Valle Hermoso
Ex ELFEC
19 ECOBOL
20 Empresa del agua del Valle Alto
21 Ex Aguas del Illimani (EPSA)
22 Ex Aguas del Tunari (EPSA)
23 DAB (Depósitos Aduaneros Bolivianos)
24 BOLIVIA TV
25 Red Patria Nueva
26 COFADENA
Compañía boliviana de tractores
Fábrica boliviana de municiones
Programas agropecuarios (Abapo, Izozog, Santa Cruz, Beni, La Paz, Tarija...)
FANEXA (Fábrica Nacional de Explosivos)
Empresa de perforación de pozos
QUIMBABOL (Química Básica Boliviana)
27 TAB (Transporte Aereo Boliviano)
28 BOA
29 YPFB
YPFB ANDINA S.A
GAS TRANSBOLIVIANO
YPFB PETROANDINA S.A.M.
YPFB AVIACIÓN
YPFB LOGÍSTICA
YPFB REFINACIÓN
YPFB TRANSPORTE
YPFB - Chaco
30 ENTEL
31 ABC
32 ASP-B (Administración de Servicios Portuarios - Bolivia)
33 BDP - Banco Unión
FUENTE: elaboración propia.

6. Una mirada a los Presupuestos Generales del Estado (PGE)
El Presupuesto General del Estado - instrumento que establece los parámetros de
uso y destino de los recursos públicos - como instrumento de la política fiscal, constituye
la base para cumplir los objetivos y metas previstas en el Plan Nacional de Desarrollo,
Planes Sectoriales e Institucionales y Planes de Desarrollo de las Entidades Territoriales
Autónomas.
Con base en análisis realizados por director de Finanzas de la Gobernación de Santa
Cruz, José Parada, y otros analistas económicos es bueno echar una mirada a los
Presupuestos Generales del Estado para comprender la tendencias de los mismos en
cuanto al gasto, en particular, el orientado a las empresas públicas.
6.1 Periodo 2006-2010
En este periodo, la política fiscal fue orientada a la acumulación y ahorro de recursos.
La prioridad otorgada al gasto de capital y el control del gasto corriente brindaron el espacio suficiente para re-direccionar las políticas fiscal y de endeudamiento público, impulsar el desarrollo de la economía nacional e implementar medidas sociales redistributivas del ingreso en beneficio de la población más vulnerable.
Sin embargo, no existen informes completos sobre ejecución presupuestaria del
periodo 2006 - 2010 y se cuenta sólo con reportes parciales de inversión pública, que no
están debidamente documentados y que evidencian falta de transparencia en la información estadística.
Los PGEs programados para el periodo 2006 - 2010, presentados al Congreso
Nacional y aprobados por término constitucional en los 5 años, reflejan sólo la posición del
poder, ya que su contenido ni siquiera fue considerado y mucho menos discutido en la
Comisión de Hacienda, lo que restringió por completo la posibilidad de fiscalizar los recursos conforme a lo establecido por las leyes.
Durante el mismo período, los presupuestos fueron aprobados considerando déficit
fiscal. Sin embargo, las favorables condiciones externas - altos precios de materias primas,
principalmente gas y minerales -, determinaron que al cierre se registrará un superávit
promedio de 3 por ciento.
Los alentadores resultados económicos, permitieron asignar recursos a políticas de
gasto social - Bono Juancito Pinto, Renta Dignidad mensual y Bono Juana Azurduy - y
canalizar recursos hacia la inversión productiva, fortaleciendo a empresas estratégicas -
YFPB, ENDE, COMIBOL - y promoviendo la creación de nuevas empresas, de modo que
el Estado desarrolle efectivamente su rol protagonista de la disminución de la pobreza, a
través de la redistribución de los ingresos nacionales.
6.2 Presupuesto General del Estado 2011
El PGE para la gestión 2011, es el primer presupuesto del Estado Plurinacional
tratado por la Asamblea Legislativa Plurinacional, en el marco del numeral 11, parágrafo I
del artículo 158, de la Constitución Política del Estado; con el propósito de coadyuvar al
crecimiento y desarrollo económico social del país, enmarcado en políticas sociales y de
apoyo a la inversión pública a través de las empresas estratégicas, promoviendo el uso
racional y adecuado de los recursos públicos.
El presupuesto agregado asciende a Bs. 163,132,134,258 - (ciento sesenta y tres
mil ciento treinta y dos millones ciento treinta y cuatro mil doscientos cincuenta y ocho
00/100 bolivianos) y el presupuesto consolidado a Bs. 119,471,340,251 - (ciento diecinueve
mil cuatrocientos setenta y un millones trescientos cuarenta mil doscientos cincuenta y uno
00/100 bolivianos).
Sin embargo, observa José Parada, el PGE consigna Bs. 33,000 millones de ingresos,
sin especificar las fuentes. Se trata de un monto que sólo conoce el Ministerio de Economía
y Finanzas Publicas y que debería desglosarse. Ninguna entidad pública puede presentar
este tipo de bolsones y el gobierno lo ha hecho en los últimos años para inflar artificialmente el PGE. El 2010 se programaron Bs. 35,000 millones (US$ 5,000 millones) y, a la fecha, no se tiene un informe de cuánto se ha ejecutado hasta finales del 2010.
Según el Director de Finanzas del Gobierno Departamental de Santa Cruz, este
manejo del Presupuesto libera al Órgano Ejecutivo de la responsabilidad de informar a la
Asamblea Legislativa cuando los techos aprobados sean rebasados y abre la posibilidad
de modificar discrecionalmente las partidas a través de decretos. Bajo esas condiciones,
la ejecución presupuestaria se desconoce.
El PGE prevé un crecimiento del PIB de 5.04 por ciento, un déficit fiscal de 4.2 por
ciento y una inflación de 4 por ciento. Asimismo, plantea una inversión pública de US$
2,428.3 millones y considera un precio referencia del barril de petróleo de US$ 70.2.
6.3 Consideraciones sobre TGE y EPNEs
Analizando los diferentes PGN/PGE e informes aprobados por cumplimiento de
mandato, el gasto público en el Presupuesto General de la Nación 2005 consignaba Bs.
40,543 millones y en 2011 subió a Bs. 119, 471 millones, un incremento del 165 por ciento.
Los sueldos y jornales pasaron de Bs. 8,074 millones en 2006 a Bs. 15,018 millones
en 2009, un incremento del 86 por ciento.
En el mismo periodo los gastos en pasajes, viáticos, alquileres, asesorías, consultorías,
publicidad, o sea bienes y servicios, pasó de Bs. 4,540 millones en 2005 a Bs. 33,414
millones el 2009.
Curiosamente, pese a que la mayor parte del gasto dirigido a las empresas estatales
entre 2008 y 2009 benefició a YPFB, los ingresos por concepto de hidrocarburos cayeron
en 45 por ciento en ese período, afectando negativamente los recursos de universidades,
municipios y prefecturas.
Lo paradójico es que antes del 2006 el país era productor y abastecedor de la mayor
parte de los productos derivados del petróleo en el mercado interno y después de 4 años
se convirtió en país importador de los derivados, lo que supuso un gasto adicional de más
de US$ 450 millones por año.

El ex senador y actual secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno Departamental
de Santa Cruz, Oscar Ortiz, denunció que "las filiales nacionalizadas Chaco, Andina y
Transredes, funcionan como sociedades anónimas de derecho privado. De esta forma, no
están supervisadas por la Contraloría General del Estado, ni tienen que cumplir con las
normas estatales de contratación bienes y servicios; de esta irregular exención gozan todas las empresas estatales y entidades dependientes del Órgano Ejecutivo, gracias a decretos supremos promulgados por el presidente Morales para, supuestamente, agilizar la inversión pública.
Ni qué hablar de las empresas creadas a través de fideicomisos, otra figura del
derecho privado, en las cuales se ha invertido cientos de millones sin que funcionen. No
hay información, por ejemplo, sobre las actividades de PAPELBOL, CARTONBOL,
LACTEOSBOL o ECEBO. Peor aún, la nueva tendencia ya no es nacionalizar las empresas
privadas sino asfixiarlas hasta que las compren supuestos empresarios venezolanos.
Al referirse al reiterado fracaso de la industrialización forzada, el analista Roberto
Laserna señala que "las experiencias del pasado no aconsejan usarlas en inversiones
estatales. Basta recordar Karachipampa, la fábrica de aceites de Villamontes o los muchos
experimentos fallidos de inversión pública, y las experiencias actuales, pues ninguna fábrica creada con recursos públicos está funcionando de manera rentable y productiva"
En los últimos cuatro años de Estado Plurinacional se gastaron en general US$
50,000 millones, equivalente al gasto de 15 años de gobiernos anteriores. En un año se
gastó lo que en 4 años de los gobiernos denominados neoliberales (ver gráfico 1).
7. Hacia la consolidación del Estado empresario
Sin embargo y más allá de cualquier cuestionamiento, la decidida convicción ideológica
del gobierno y el favorable ciclo de bonanza por los precios internacionales de nuestras
materias primas, ha conducido a reafirmar los postulados neo nacionalistas que apuestan,
como bien dice Fernando Molina, al "capitalismo político". En junio del 2010, El Vicepresidente del Estado Plurinacional, en una clara alusión a las empresas privadas, señalo: "Nadie puede competir con el Estado".
7.1 La corporación de EPNEs
El instrumento diseñado para la transformación económica y productiva a favor del
Estado se denominó "Corporación de Empresas Estatales". Con base en información oficial,
el economista Armando Méndez ofrece una relación de empresas y montos destinados
para el gasto en ellas (ver cuadro 4).
Crédito vigente
(Millones de Bolivianos)
EMPRESAS ESTATALES 2007 2008 2009 2010 2011
YPFB 26,186.2 53,287.2 51,262.4 45,296.8 49,394.3
Empresa Nacional de Electricidad - Residual 236.9 308.2 734.6 1,065.2 852.9
COMIBOL 1,222.4 1,678.8 1,968.1 1,586.6 1,791.2
Empresa Subsidiaria Metalúrgica Vinto - Residual 4.1 - - - -
Empresa Metalurgica Vinto - Nacionalizada 1,020.6 1,519.0 1,386.1 1,824.1 1,442.6
Empresa Nacional de Ferrocarriles - Residual 8.3 5.9 6.7 6.9 7.0
Empresa de Correos de Bolivia 53.5 58.9 59.3 53.4 57.3
Transportes Aéreo Boliviano - 115.3 133.4 191.3 186.6
Bolivia TV - - 105.8 106.0 46.8
Empresa Nacional de Televisión Boliviana 103.3 105.3 17.2 5.9 -
COFADENA 18.0 22.6 70.8 74.1 45.7
Empresa Naviera Boliviana 11.9 11.5 198.2 212.3 25.2
Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos 48.4 1,727.3 1,007.7 829.7 572.7
Empresa Siderúrgica del Mutún 2.0 7.7 7.7 69.4 208.4
Lácteos de Bolivia 42.9 0.8 21.0 41.3 20.8
Papeles de Bolivia 0.8 95.1 32.2 19.4 -
Cartones de Bolivia - 33.3 32.1 33.2 23.6
Boliviana de Aviación - 208.0 403.1 459.4 479.2
Empresa Cementos de Bolivia - 5.0 5.9 3.3 -
Empresa Estratégica Azúcar Bermejo - - 164.9 6.1 -
Empresa Boliviana de Almendras y Derivados - - 30.1 42.3 55.5
Empresa Boliviana de Industrializacion de Hidrocarburos - - - 40.6 34.3
Agencia Boliviana Espacial - - - 1.9 10.0
Empresa Azucarera San Buena Aventura - - - 30.0
Empresa Misicuni 91.2 190.1 236.4 200.9 200.2
Empresa de Comercialización - - - - -
TOTALES 29,050.5 59,380.0 57,883.7 52,170.1 55,484.1
FUENTE: Armando Méndez, 2011.
CUADRO 4
GASTOS EN EMPRESAS ESTATALES
AÑOS 2007 - 2010
El gasto y apoyo a la constitución de empresas estatales ha crecido de forma
sostenida, pasando de Bs. 29,000 millones el año 2007 a más de Bs. 55,000 millones el
año 2011 (ver gráfico 2). FUENTE: Armando Méndez, 2011.

8. Empresas Públicas Nacionales Estatales (EPNEs): Chapare el nuevo polo
El gobierno ha instalado siete de 15 empresas estatales en el trópico de Cochabamba,
mientras que las otras compañías están distribuidas en el altiplano y Oriente, todavía como
proyectos. El Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Rural justifica que la preferencia por esa región es para "aprovechar todo su potencial productivo en la creación de un gran polo de desarrollo regional en el corazón del territorio nacional".
Para el presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de
Cochabamba (FEPC), Carlos Flores, la millonaria inversión estatal en el trópico tiene que
ver con una "decisión política" y criticó que el Ejecutivo no dé la misma oportunidad a la
inversión privada postergando la aprobación de la reglamentación de la Ley de Inversiones
para el Trópico de Cochabamba, aprobada hace tres años.

Con un presupuesto que bordea los Bs. 7,806 millones, el gobierno ha instalado la
planta de Lacteosbol en Ivirgarzama, con Bs. 21.5 millones de inversión; la planta de cítricos en Villa 14 de Septiembre, con Bs. 7.0 millones; la empresa procesadora de Palmito en Shinahota con Bs. 7.5 millones y la planta termoeléctrica en Entre Ríos con Bs. 595.0
millones.
Están en proceso de implementación: Papelbol en Villa Tunari, con una inversión de
Bs. 162.4 millones, la planta procesadora de hojas de coca en Villa Tunari con Bs. 11.2
millones y la planta industrial de urea y amoniaco -un proyecto a implementarse en el
municipio de Entre Ríos - con una inversión que supera los Bs. 7,000.0 millones.
El Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural aseguró que la inversión
en el trópico no responde a que el presidente Evo Morales sea líder sindical de los cocaleros de esa región, sino a aprovechar la materia prima existente en la zona y su potencial agroindustrial y agropecuario.
"Las empresas productivas creadas en los últimos cuatro años en el trópico buscan
ser parte de la matriz productiva del Estado, ampliar la inversión pública y promover el
desarrollo productivo en regiones estratégicas del país", señaló Edgar Ramos, asesor del
Ministerio de Desarrollo Productivo.
Sobre por qué el Gobierno no impulsa la creación de emprendimientos productivos
en las zonas más deprimidas del país como el cono sur de Cochabamba y el norte de
Potosí, Ramos señaló que todos los departamentos contarán con empresas estratégicas.
Según datos del Ministerio de Desarrollo Productivo, el gobierno tiene proyectado
construir cuatro emprendimientos productivos en el altiplano del país con una inversión
que supera los Bs. 259.0 millones. Se trata de Cartonbol, en Oruro, que supone una
inversión de Bs. 33.6 millones, la Empresa de Cemento Bolivia (Ecebol) en Potosí y Oruro
con Bs. 5.9 millones, dos plantas lecheras en Achacachi y La Paz con Bs. 14.0 millones y
una planta de textiles en El Alto con Bs. 206.5 millones de inversión7.
En una entrevista concedida a la Red Erbol en marzo de 2011, el gerente de
Comercialización y Logística, del Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (SEDEM), Javier Freyre, informó que la empresa estatal más rentable, de las tres que funcionan, es la Empresa Boliviana de Almendras (EBA), porque cuando se fundó ya tenía mercado asegurado y, habría que añadir, buenos precios internacionales.
"La Empresa Boliviana de Almendras, que si bien es la empresa más joven es la que
ha tenido mayores resultados en tan corto tiempo, (…) ellos el año pasado han logrado
exportar 42 contenedores de castaña logrando ingresos por más de 26 millones de
bolivianos", señaló.
La otra empresa en funcionamiento es LACTEOSBOL, que sólo opera con una planta
en Ivirgarzama y atiende la demanda local de desayuno escolar y subsidios de lactancia
en el Departamento de Cochabamba. Las plantas lecheras de Achacachi y Challapata,
inauguradas a inicios del año, aún están en proceso de prueba y registro.

La empresa CARTONBOL es la tercera empresa estatal en funcionamiento. Constituida
en 2007, fue relanzada recientemente y al momento no se conoce que haya hecho alguna
transacción de magnitud, salvo la producción de cajas para los productos de EBA.
Las demás empresas como PAPELBOL (septiembre 2007), ECEBOL - cemento-
(agosto 2008) y AZUCARBOL (diciembre 2008) están en etapas de licitación e
implementación.
Freyre reconoció que estos retrasos en el funcionamiento de las empresas estatales
se deben a que se tiene que seguir procesos normativos que muchas veces impiden un
avance más rápido.
Esta situación fue cuestionada por el presidente de los Empresarios Privados de
Cochabamba, Carlos Flores, quien indicó que las empresas estatales afrontan problemas
de gestión, claridad, transparencia. Empresas como Papelbol que debería de funcionar
hace dos años en el trópico hasta el momento no funcionan".
El líder empresarial señaló que muchas de las empresas productivas nacionales,
creadas de manera improvisada, no cuentan con estudios de mercado y factibilidad.
"Papelbol tiene un componente donde no le va a permitir ser exitoso, (…) no tiene materia
prima, ya de por sí es una industria que está destinada al fracaso, porque lo que necesita
de materia prima lo van a tener que importar y eso no va a generar competitividad en el
mercado", sentenció.
9. 17 Empresas Públicas Nacionales Estatales (EPNEs) en la mira
El desarrollo de las Empresas públicas estratégicas se constituye en uno de los
programas del Plan Sectorial de Desarrollo Productivo con Empleo Digno, el mismo que
avanza en la formación y consolidación del primer y segundo nivel de intervenciones en
la economía plural, como es la constitución de Empresas Públicas estratégicas y Empresas
Mixtas para la producción, acopio, transformación básica y comercialización mayorista en
productos agroalimentarios básicos y otros recursos estratégicos para el país, estimulando
una mejor capacidad de articulación de los productores urbanos y rurales con los mercados
internos y externos.
El principal objetivo para la constitución de empresas públicas es el de: promover
la participación activa del Estado en el desarrollo económico del país, recuperando el rol
del Estado en la industrialización de los rubros estratégicos. A través de la implementación
de estas empresas se pretende:
- Lograr el aprovisionamiento regular de los mercados internos con productos
agroalimentarios y estratégicos para el mercado interno y promover la exportación
de dichos productos.
- Impulsar los procesos de redistribución de los beneficios para la población
boliviana, resultado del aprovechamiento y procesamiento de materias primas
nacionales.
- Posicionar al Estado en la producción de rubros estratégicos que permitan generar
encadenamientos industriales, proveyendo de materia prima e insumos a
emprendimientos industriales privados y comunitarios.
- Destinar los excedentes de las Empresas Públicas para fortalecer el funcionamiento
y el patrimonio de las mismas, y luego dirigir recursos a los programas sociales
y productivos del gobierno.


A la fecha, suman 14 las empresas que fueron creadas con una inversión total que
ascenderá a los Bs. 2,000 millones. No obstante la magnitud de los recursos destinados,
la información es muy escasa y, por todo lo que se conoce, los resultados no llegan.
La experiencia boliviana da cuenta que las empresas estatales sufren males endémicos
de falta de eficiencia y corrupción y que, lejos de ser fuentes de crecimiento, generación
de empleos y reducción de la pobreza, se convierten en el origen de pérdidas y fuga de
recursos públicos.

Autor: Iván Arias Duran
Asistentes de investigación: Humberto Apaza Orosco
Alejandro Arias Herrera
Antonio Aruquipa Zenteno
Ivana Morerira Bernal
Alexandra Salinas Gamarra
Revisión y coordinación: Enrique Aranibar Bacarreza