WARREN ORBAUGH
La mayoría supondrá que la democracia es el tipo de gobierno de una sociedad libre. Qué es un método para elegir gobernantes pacíficamente. Esta concepción es un error. La democracia es una forma de gobierno despótico que considera que el deseo de la mayoría es el único patrón para medir el bien y el mal; que justo es aquello que la mayoría decide. La concepción de ‘justicia’ de los demócratas conduce a la injusta confiscación de la propiedad de los acaudalados. Es un sistema en el cual, el trabajo, la propiedad, la mente, la libertad y la vida del individuo están a merced de cualquier facción o pandilla que reúna el voto de la mayoría para el propósito que quieran.
En la democracia se vota toda decisión política. Sin embargo, la votación no es la respuesta a los problemas del hombre. Por el contrario, el hacer de todo susceptible a voto es el problema. La votación popular no justifica un crimen por ser democrático. ¿Acaso el gobierno de Maduro en Venezuela, que reclama legitimidad al violar los derechos de los venezolanos porque su facción fue elegida democráticamente, es justo? Es como si el esposo que maltrata y le pega a su esposa reclamara legitimidad porque ésta se casó con él voluntariamente. El principio no es diferente si el criminal es el gobierno, y los votantes tus vecinos.
En su libro La Política, Aristóteles describe varias formas de Estados: el Estado Autocrático donde el soberano es un monarca; el Estado Aristocrático donde los soberanos son los mejores, los más virtuosos; el Estado Oligocrático, donde los más acaudalados son los soberanos; y el Estado Democrático donde los soberanos son los pobres que son la mayoría que gobiernan en su propio interés. El tipo de gobierno de los cuatro es despótico, es decir que la autoridad absoluta reside en el soberano y no está limitada por las leyes.
El Estado Democrático, necesariamente despótico, ejerce su poder por medio de decretos contra cualquier individuo que disienta de la mayoría. De esta manera la soberanía de “todo el pueblo” no es tal, sino que sólo lo es de la mayoría o de una facción que se dice representar a la mayoría.
Aristóteles, quien, al igual que Sócrates y Platón, estaba desencantado con la democracia, describe como mejor régimen a un quinto Estado: al Estado Constitucional que llamó politea y que nosotros conocemos con el nombre de república. Propuso que fuera un gobierno que en lugar de ser despótico, fuera constitucional, donde la soberanía residiera en leyes, leyes que debieran obedecer todos, gobernantes incluidos, compuesto de la mezcla de oligarquía y democracia, donde cada una pudiera limitar el poder de la otra. Así, si los demócratas propusieran una ley que beneficiaría a su grupo, pero perjudicaría al de los acaudalados, los oligarcas podrían vetarlo, y viceversa. De esa forma las únicas leyes que aprobarían serían aquellas que beneficiarían a todos y no perjudicarían a ninguno.
Durante la Ilustración John Adams, consciente de que en toda sociedad política existen clases sociales, y que un buen gobierno debe aceptar esa realidad, siguiendo el ejemplo de Aristóteles, propuso un régimen mixto de equilibrio entre monarquía, oligarquía y democracia, es decir, entre el rey, los nobles, y el pueblo, que tenía la obligación de preservar el orden y la libertad. En sus Pensamientos sobre el Gobierno, 1776, Adams, propuso el bicameralismo, porque “una sola asamblea se hace responsable de todos los vicios, locuras y debilidades de un individuo.”
Su ideología republicana se puede describir como la monarquía representada por el presidencialismo; la aristocracia y oligarquía por una cámara alta o senado; y la democracia por una cámara baja o cámara de representantes. Y siguiendo la recomendación de Aristóteles, los representantes de la cámara baja serían elegidos por votación popular; los de la cámara alta serían elegidos por mérito; y el presidente por una combinación de ambos sistemas. También sugirió que debería haber una separación de poderes del legislativo, el judicial y el ejecutivo.
La primera república moderna creada por los Padres Fundadores de la República Norteamericana, fue hecha para proteger los derechos individuales de los ciudadanos, y para proteger a éstos del abuso del gobierno, propusieron dejar establecido los límites del gobierno en una Carta de Derechos Individuales. Y con el fin de establecer un Estado justo, asegurar la tranquilidad interna, proveer la defensa común, y garantizar para todo ciudadano y sus descendientes los beneficios de la libertad, crearon una Constitución. En ésta, siguiendo los lineamientos de Adams, establecieron que el Congreso estaría compuesto de un Senado y de una Cámara de Representantes. La Cámara de Representantes estaría formada por miembros elegidos por sufragio popular cada dos años por los habitantes de los diversos Estados, distribuidos proporcionalmente según su respectiva población.
El Senado se compondría de dos Senadores por cada estado, elegidos por la Legislatura correspondiente para periodos de seis años, y divididos en tres grupos. Los escaños de los senadores del primer grupo quedarían vacantes al vencimiento del segundo año, los del segundo grupo al vencimiento del cuarto año, y los del tercer grupo al vencimiento del sexto año, de tal manera que se elija un tercio cada dos años. El poder ejecutivo se conferiría a un Presidente de la República, quien desempeñaría su cargo durante un periodo de cuatro años. Cada Estado nombraría un número de electores equivalente al total de Senadores y Representantes a que el Estado tiene derecho en el Congreso, quienes elegirían al Presidente.
Entonces, ese ideal derivado de la que durante la Ilustración, los filósofos llamaron República, Cosa Pública o Cuerpo Político, es la organización del Estado como imperio de la ley, no de hombres, constituido por una mezcla equilibrada de monarquía, oligarquía y democracia. Y su ideal, nunca mejor descrito que por las palabras de Thomas Jefferson consiste en que:
“No hay que olvidar, que aunque la voluntad de la mayoría debe prevalecer, esa voluntad para ser correcta, debe ser razonable, pues la minoría posee iguales derechos, que deben ser protegidos por leyes iguales para todos, y que violarlos sería opresión o tiranía.”
La solución propuesta, entonces, es una asociación basada en el principio del Derecho Individual. Este Estado Nomocrático o Estado de Derecho, el del imperio de la ley, que es la organización colectiva del derecho individual de legítima defensa, que es universal e igual para todos, rige sobre todo ciudadano por igual, inclusive sobre los administradores del gobierno. El propósito de la ley es la protección de los derechos del ciudadano, y el límite de la ley son esos mismos derechos. Porque el «bien común» o «bienandanza general» consiste en la conservación del orden civil, que se logra por la observancia de normas universales de conducta recta o justa, y que permiten a cada ciudadano atender sus asuntos privados en paz.
Es de «interés público» (res publica) que este orden donde impera la ley y no los hombres, sea uno de derecho y justicia, excluyente de toda parcialidad e interés privado. La república elimina la lucha de facciones por conseguir privilegios (leyes privadas) que el gobierno republicano no puede conceder, ya que las leyes que hace son de interés público, leyes que benefician a “todo el pueblo” y no sólo a una mayoría o facción.
Los derechos individuales como principios morales definen la libertad de acción de la persona en un contexto social. El derecho fundamental, del cual todos los demás son consecuencia, es el derecho a la propia vida. Como la vida es un proceso de acción auto sustentante y auto generado, el derecho a la vida es la libertad de hacer todo aquello que requiera un ser racional para sostenerse, progresar, desarrollarse, florecer, y disfrutar su vida.
Los derechos individuales se refieren a la posibilidad de actuar libre de la interferencia, compulsión y coerción arbitraria de otros hombres. La república, establece las condiciones legales para que el ciudadano pueda ser virtuoso, es decir, vivir moralmente, mientras que el Estado Democrático necesariamente conduce a la conducta viciosa y la perversión moral de los individuos. Porque la república se fundamenta en principios morales de recta conducta, mientras la democracia se fundamenta en la voluntad arbitraria y despótica de la mayoría. Porque la república se basa en el respeto mutuo entre ciudadanos, mientras la democracia no.
La república usa al gobierno como arma para proteger los derechos de los ciudadanos, mientras la democracia permite a las facciones usar al gobierno como arma para violar los derechos de una minoría. Porque la democracia pervierte la ley cuando en lugar de proteger la vida, la libertad y la propiedad de los ciudadanos, la usa para atacarlos. La república, es una asociación de hombres libres que desean vivir una vida virtuosa en concordia, mientras que la democracia pervierte a los ciudadanos hasta ser una asociación de ladrones que desean vivir a costa del saqueo de los demás, saqueo que pretenden legitimar llamándolo «justicia social» o «justicia distributiva». La democracia es un estado de confrontación de facciones impulsados por su interés privado común, cuyas acciones aseguran el divisionismo y confrontación de la sociedad en lugar de la cooperación.
La república implica que nos asociamos libremente y por consentimiento mutuo. Para que nuestra relación se dé en concordia, acordamos respetarnos mutuamente. Acordamos que ninguno iniciará el uso de la fuerza en contra del otro. Si uno lo hace, rompe la sociedad. Todas nuestras relaciones serán voluntarias y de interés mutuo, dando valor por valor. El gobierno republicano, que protege los derechos individuales es el gobierno de la Sociedad Libre.
Tomado de republicagt.com